Igual que todo, los edificios envejecen. Una de las partes más visibles de ellos son, precisamente, las fachadas.

Con el tiempo las fachadas sufren una degradación progresiva (desconches, humedades, grietas), de forma que se hace necesario proceder a su rehabilitación, sobre todo si no han contado con un mantenimiento adecuado, este deterioro afecta a las condiciones de habitabilidad y genera riesgos de desprendimiento en la vía pública o en fincas vecinas. Si no ponemos remedio de manera preventiva, con políticas de mantenimiento y anticipación al deterioro grave, las lesiones producidas se pueden convertir en patologías graves, riesgos y costes innecesarios.

Rehabilitamos y restauramos fachadas de todo tipo de estilo arquitectónico, con personal cualificado adaptado a las necesidades de cada elemento.